Los métodos de motivación no funcionan igual ante tareas mecánicas que ante problemas que requieran pensar. El método de la zanahoria, el incentivo "si haces esto te doy aquello", "premios y castigos", no sirve para los negocios ni para la educación del siglo XXI, es más, la ciencia ha comprobado que a menudo destruye la creatividad.
¿Y que funciona entonces como motivación?: las ganas de hacer algo, el sentir que ese algo tiene sentido y que forma parte de algo más grande. Así de simple y así de complicado al mismo tiempo.
La escuela es rara
18 ago 2009
Aprendo a diario, constantemente, con un currículum a medida que diseña mi curiosidad. A veces extraigo conclusiones del aluvión de datos que saco de Internet, a veces simplemente encuentro mis ideas explicadas, depuradas en palabras de otros. En cualquier caso, mi curva de aprendizaje se ha disparado con el avance del Social Media.
Muchos de mis compañeros profesores pasan tanto tiempo como yo navegando por Internet, guiados por sus intereses, llevando su ritmo personal. No podríamos soportar fácilmente volver a la escuela o a la Universidad tal y como la conocimos, tal y como sigue siendo, tantas horas sentados escuchando a alguien que habla sin parar, siguiendo su propia línea de interés, no la nuestra, no la de cada uno. Nos aburriríamos mucho, aprenderíamos poco... Sin embargo trabajamos en instituciones como esas a las que no querríamos asistir.
¿Somos como Charlene, e-learners aventajados en casa y al mismo tiempo trabajadores con la adquisición de conocimiento dramáticamente limitada por el entorno?¿lo son los alumnos adoslescentes, aburridos en esta escuela que no ha cambiado nada en los últimos siglos? Cuanto más lo pienso más rara me parece la escuela.
Muchos de mis compañeros profesores pasan tanto tiempo como yo navegando por Internet, guiados por sus intereses, llevando su ritmo personal. No podríamos soportar fácilmente volver a la escuela o a la Universidad tal y como la conocimos, tal y como sigue siendo, tantas horas sentados escuchando a alguien que habla sin parar, siguiendo su propia línea de interés, no la nuestra, no la de cada uno. Nos aburriríamos mucho, aprenderíamos poco... Sin embargo trabajamos en instituciones como esas a las que no querríamos asistir.
¿Somos como Charlene, e-learners aventajados en casa y al mismo tiempo trabajadores con la adquisición de conocimiento dramáticamente limitada por el entorno?¿lo son los alumnos adoslescentes, aburridos en esta escuela que no ha cambiado nada en los últimos siglos? Cuanto más lo pienso más rara me parece la escuela.
Meet Charlene
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